Mensajeros que traen paquetes a nuestras casas, limpiadoras, conductores de camiones y un sinfín de profesionales que cuando una ciudad o un núcleo de población han de permanecer en casa han permitido que no falten alimentos, los programas de televisión no queden interrumpidos o que el ascensor sea reparado en un bloque de pisos.
La empresa de geolozalización, Localizatodo ha tenido la amabilidad de cederme la imagen del tráfico marítimo que hoy 18 de mayo a las 7.30h. circulaba por el mundo llevando y trayendo mercancías y que puede verse encabezando este post.
La imagen es impresionante porque si bien el ciudadano tiene sus movimientos limitados, la actividad comercial continúa su ritmo de actividad mundial para que no haya desabastecimiento de productos.
Desde las patatas, la hortaliza más importada en España, a la piña que no ha faltado en ningún momento de nuestro supermercado, son los barcos quienes continúan atravesando los mares para que nuestra despensa esté tan abastecida y variada como siempre.
Desde Shangai a Madrid, un barco tarda, y las judías verdes o los kiwis han de transportarse lo más rápido posible para que no se estropeen; cuatro semanas. Con esta pandemia quizá tengamos más conciencia del complejo recorrido que han de hacer nuestros alimentos.
Que la variedad de sabores y abundancia de cualquier comida que hacemos a lo largo del día son producto de miles de interrelaciones entre productores, cosechadores y la tienda a la que acudimos. Y que podemos permanecer en casa porque otros miles de personas no lo están y otros miles de procesos no se han detenido.
El grupo TIBA dedicada a la logística industrial era capaz de informar a sus clientes, el pasado 1 de abril, en los más duro del encierro español, cuando se decretó la paralización de toda actividad productiva debido al Coronavirus :
"Por el momento las cargas se está realizando sin problemas.Seguiremos informando ante cualquier cambio".A menudo, a los adultos les gusta bromear con la respuesta de los niños de ciudad sobre el origen de la leche que toman pero quizá ahora hayamos caído en la cuenta de que si ellos creen que la leche viene del tetrabrik, los adultos ni habíamos caído en la cuenta de que la piña no viene de una lata.
Si más de 90.000 barcos van y vienen por todos los mares y océanos cargados de mercancía, según la imagen superior; en cambio el tráfico aéreo ofrece un aspecto desolador para sus niveles habituales de actividad. Según Localizatodo poco más de 1.300 vuelos surcaban esta mañana nuestros cielos.
Los aviones también transportan algunos de los productos exquisitos de nuestra mesa y como ejemplo, serviría mi visita a la Feria Fruit Atraction de una edición anterior. Allí charlé con el responsable de prensa de la compañía Delmonte cuya piña de mayor calidad, me explicó, tenía que transportarse en avión desde Costa Rica para conservar sus cualidades lo que encarecía su precio. La compañía había desarrollado una variedad, la Honeyglow, que pudiera soportar el transporte por barco para lograr un mejor precio.
En el artículo del pasado mes de marzo, ¿Cómo afecta al tráfico marítimo el Covid-19? el Puerto de Barcelona trazaba un recorrido histórico de las pandemias y el movimiento de mercancías y personas, afirmando:
"Pese a la acertada sensación de estar viviendo unos momentos excepcionales, no es ninguna novedad que los medios de transporte se vean influidos por el estallido de pandemias. En las más recientes, los vuelos internacionales han sido un importante vector de contagio, como se ha visto con el propio COVID-19, pero también en el caso del SARS (2002-2003) o la Gripe A (2009).
En pandemias anteriores, el transporte marítimo tuvo este rol de principal vector de propagación de los virus".