La mañana nos devuelve al paraíso
y la noche a su cielo.
Kulyash Akhmetova
Maribel Orgaz - @curionatural
A finales de agosto, en este bellísimo palacio de verano, se ofrece una pieza de fruta a los vecinos. Una pera de la partida de la reina. Un paraíso dentro del paraíso que una soberana italiana quiso cultivar apartado, sólo para su paseo: flores, árboles frutales, un estanque, hierbas medicinales. En verano se iluminan en este jardín versallesco todas las fuentes, crecen el espino y el lirio y el frescor de los estanques perfuma la espesura. En verano vuelven libres al fin, los príncipes y las reinas piando alegres con sus juegos y asombros. En los reales veranos, la Góndola navegaba por el Mar y sus aguas de montaña. Pero ahora vivimos en diciembre y andamos errantes por los senderos, contemplados por las rosas, extraviados en los días venideros, que será junio, que habrá fresas y meses tranquilos.
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