jueves, 26 de diciembre de 2024

Ha llegado una flor a mi casa - Margarita, familia Asteraceae

 


En la Tierra hay un milagro verdadero
y el mundo desconoce su secreto.
Eldar Akhadov

Maribel Orgaz - @curionatural
Ha llegado una flor a mi casa. La he puesto en agua y acercado a la ventana porque todas las criaturas tienen derecho a su rayo de sol, a recibir la alegría de la mañana. Está junto a de uno de los ordenadores en los que trabajo y de vez en cuando, como si una alegre campanilla repicara, dejo de escribir y me vuelvo a mirarla. Ni ella ni yo sabemos cuándo se marchitará, tampoco importa lo que sé sobre margaritas ni en qué vivero fue criada y cortada o qué nombre tiene su cultivar. Contemplo su belleza que hace soñar, que vive risueña y soleada, rodeada de silencio y de libros, su color que resplandece en mi habitación como una piedra preciosa. Esta margarita que sólo conoce el bien y la dulzura, que levanta su corazón abierto hacia lo alto, que ofrece su don sin pedir nada a cambio.



Sigue leyendo sobre otras flores 

Un jardín sumergido. Hortensias, Hydrangea 

Un paraíso involuntario - Abrepuños, cardos 


y éste, mi libro sobre flores
Flores. El esplendor de la Tierra - Maribel Orgaz. Editorial Cuadernos del Laberinto.



domingo, 22 de diciembre de 2024

El bosque rubio de Talamanca de Jarama, Madrid

 


Cesó de hablar el bosque rubio 
en su lenguaje alegre de abedul. 
Las grullas que van pasando 
por nadie sienten pesar. 
Sergéi Yesenin


Maribel Orgaz - @curionatural
Cada otoño visito la Chopera de Talamanca de Jarama (Madrid) circunvalada por el río que al perder caudal dejó al puente romano sin agua bajo sus arcos. Los chopos de hasta treinta metros de altura amarillean a principios de noviembre y en unas semanas comenzarán a perder la hoja. Entonces, serán visibles los nidos de pájaro, como el de la fotografía, que abandonados resistirán hasta la llegada del invierno. Es difícil saber si pertenecieron al reyezuelo o al carbonero o al diminuto mosquitero. Los pájaros construyen cada año su nido con perfección y en ellos criarán sus pollitos hasta que sean capaces de volar.

Una vez que el nido haya cumplido su función, lo abandonarán y será destruido por la lluvia y el frío. Si una catástrofe sucede con las crías sin emplumar, sus padres tejerán uno nuevo en otro lugar más seguro. En la alameda también hay una presa y un azud, ambos sin uso, al igual que el puente, pero estas ruinas de piedra, cemento y ladrillo aún tardarán décadas en desaparecer. 

Suspendido en el frescor de la mañana, el diminuto refugio pajarero se caldeaba al sol en las ramas de un aliso. Gilles Clement, jardinero y paisajista, afirmaba que la "naturaleza no concluye nada. Soporta los huracanes, interpreta las cenizas de un fuego, inventa un proceso de vida sobre las bases, siempre nuevas de una conmoción". 


Sigue leyendo sobre otras aves

Reina del florecer -  Cigüeña blanca, Ciconia ciconia

Esperando junto a los campos de batalla - Buitre leonado



viernes, 20 de diciembre de 2024

Animales bellos como conviene a los dioses - Entre Caos y Cosmos. Naturaleza en la Antigua Grecia - Museo Arqueológico Nacional (Madrid, España)

 

Corazón, 
¿hacia qué altura extraña
llevas mi travesía?
Píndaro


Maribel Orgaz - @curionatural
Lecane unce panteras y ciervos a su carro, Artemis alada sujeta leones, "animales bellos como conviene a los dioses", Eros sobre el cáliz de una flor despliega sus alas abarcando el espacio vegetal. 

En el Museo Arqueológico Nacional y hasta el 30 de marzo, Entre Caos y Cosmos. Naturaleza en la Antigua Grecia recorre a través de cien vasos griegos, terracotas, monedas y esculturas, y en doce secciones, el concepto griego de Naturaleza.

"Toda mitología acepta", explicaba el profesor Santiago Rojas, "que hablamos de sólo una parte de lo que nos rodea y más allá se extienden el misterio. La mitología griega explica el paso del caos, algo ilimitado, al orden, algo limitado".

En ese caos original surgen seres primigenios, los dioses: "los griegos son inmortales pero en otras mitologías envejecen y mueren como ocurre en la vikinga", Santiago Rojas.

"El ser humano", explica el folleto de mano, "se introduce en este territorio, en el que dioses y animales habitan en armonía un espacio abundante y fecundo". 

Y este recién llegado domestica y en la Naturaleza alterada surgen seres dotados de extraños poderes, las plantas sirven para alimentarse y elaborar pócimas y brebajes o son detenidas para formar jardines; los caballos llevados a las guerras.

"Muchas cosas hay admirables pero ninguna es más admirable que el hombre", puede leer el visitante  en el vídeo que cierra la exposición tras contemplar en cada pieza, el afán, desde los viejos días, tan lejanos, en dominar las leyes naturales, un empeño que aún se extiende en el mundo. 

La colección de vasos griegos del Museo Arqueológico Nacional es una de las mejores colecciones de Europa que incluye piezas de Grecia continental, Jonia, Magna Grecia y Sicilia.


Sigue leyendo sobre otras exposiciones.

Semillas viajeras en barcos de vela - Maria Thereza Alves - La Casa Encendida

De los vegetales al hombre - Nudos de Paula Anta en el Real Jardín Botánico




miércoles, 4 de diciembre de 2024

Inteligencia y dolor - Urracas - Pica pica - Jardines de Fuente Santa (Colmenar Viejo, Madrid)

 


Los árboles duermen, ¿ sueñan?
bajo la luz lunar.
Y el misterio de su vida está cercano.
 Vyacheslav Ivánov


Maribel Orgaz - @curionatural
El domingo, a las nueve de la mañana, en el jardín, los graznidos de las urracas se escuchaban insistentes, alterados. En los árboles y en el suelo, llegaban y se iban en una algarabía de gritos roncos. Una de ellas estaba muerta y los ornitólogos afirman que estas aves, la más inteligentes de todas, celebran funerales, que sienten dolor y tristeza. 

Ningún depredador, ni los gatos que a veces cruzan con parsimonia la hierba ni el milano que sobrevuela a diario los cielos han tenido interés en la avecilla muerta. El lunes aún seguía allí y alrededor los ruidos broncos de sus compañeras.

Le han agarrado de la cola y arrastrado desde el pie de rosal en el que yacía hasta el senderito que lleva a los columpios y al arenero infantil. Quizá intentaban que alzara el vuelo, negando aún que hubiera fallecido, quizá la llevaban a otro lugar que ellas consideraban mejor para que regresara a la vida. 

Quizá como nosotros, necesiten llegar a la aceptación de una pérdida desde la dolorosa negación. Quizá por su capacidad de sentir, antiguas leyendas las creían capaces de apiadarse del desconsuelo.

El martes, hasta 25 urracas chillaban ásperas acallando a los petirrojos, los carboneros, las currucas, las palomas, a los otros pájaros que comparten este rincón del jardín soleado, de moreras y de prunos, de tanta quietud. 

La Naturaleza ha negado el canto a la urraca, de qué le habrá dotado en cambio para que no sienta melancolía. 

Hoy miércoles, el jardinero ha trabajado afanoso bajo los árboles otoñados y el césped, ha recogido todas las hojas junto al pájaro muerto. La hierba de nuevo limpia, la vida ajetreada y sonora que acalla su gran silencio. 



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Apiadarse del desconsuelo - Urraca

Pájaros que llevan la alegría - Una urraca blanca en los jardines de la UAM ( Madrid)