El canto del bosque, la puesta de sol dorada
los abalorios blancos del agua, los cisnes.
Traed toda la naturaleza a mi casa.
Shomishbay Sariyev
Maribel Orgaz - @curionatural
Su florecer es la señal, el ganado ha de bajar a las tierras templadas. Azafrán de los prados, lirio de otoño, ahuyentapastores, merendera de montaña, Colchicum montanum y la noche que es ya igual a los días. Al pie de San Bartolomé de Ucero (Soria), entre barrancos feroces, brota ahora esta flor que ni vacas ni ovejas pastan, adornando la más hermosa de las ermitas castellanas: anhelo y sed edificados hace cientos años. Qué rastro dejarán en cambio, estos destellos rosados, sus estambres dorados. Los días otoñales, la inquietud del camino, los ritmos celestes, de todo ello serán testigo los ligeros azafranes. Mientras la tierra se enfría, estas hijas del monte dan fe de un mundo cada vez más bello, de que un día puede durar muchos siglos.
Su florecer es la señal, el ganado ha de bajar a las tierras templadas. Azafrán de los prados, lirio de otoño, ahuyentapastores, merendera de montaña, Colchicum montanum y la noche que es ya igual a los días. Al pie de San Bartolomé de Ucero (Soria), entre barrancos feroces, brota ahora esta flor que ni vacas ni ovejas pastan, adornando la más hermosa de las ermitas castellanas: anhelo y sed edificados hace cientos años. Qué rastro dejarán en cambio, estos destellos rosados, sus estambres dorados. Los días otoñales, la inquietud del camino, los ritmos celestes, de todo ello serán testigo los ligeros azafranes. Mientras la tierra se enfría, estas hijas del monte dan fe de un mundo cada vez más bello, de que un día puede durar muchos siglos.
Tomé esta fotografía el domingo, 24 de septiembre, al comenzar la tarde en la entrada de San Bartolomé de Ucero, Soria (España)
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