Jilguero en Cardo - Carduelis carduelis
Le gusta el calor dicen los expertos y España, añades, cuando compruebas el abundante censo de este ave; y eso se propuso cuando emprendió vuelo desde su origen, el Himalaya atravesando el estrecho de Bering hasta llegar a Europa: vivir a una temperatura amable con la vida, renegar del hielo. Los jilgueros se lanzaron con determinación al mismo viaje que dicen, hicieron algunos hombres de continente a continente. Aquellos escasos humanos se aventuraron, como este pájaro, en un infierno helado con un objetivo que aún desconocemos. Un ave del cerebro de una avellana fue capaz de conformarse con hallar un lugar a temperatura de vida y cantar en él, la dicha de los días pero sus compañeros en la Tierra, los hechos a semejanza de Dios, continúan, sin que sepamos el motivo, sobreviviendo en tierras yermas a temperaturas bajo cero y un sol que medio año se esconde. Este jilguero en cardo, Carduelis carduelis no perdió su rumbo y su meta. Y aquí está deleitándose –entre trino y trino- con las semillas de un cardo, su manjar predilecto, en estas ardientes tierras.
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