A Manuel Andrés-Moreno, que se define con humor como becario ornitológico en prácticas desde hace más de 30 años, le emociona la gesta del mosquitero, un pajarito de apenas diez gramos que es capaz de resistir temperaturas gélidas en invierno; la escasa pericia en vuelo del alcaudón común y la habilidad del verderón en construirse su nido en unas horas. Andrés-Moreno ha publicado Aves comunes y vulgares... solo en el nombre, un cuaderno de campo lleno de entusiasmo y cariño pajarero. Lo que empezó como una felicitación navideña, un collage de fotografías de aves, se convirtió en una serie de exitosos post en facebook que ahora edita en formato libro. Sobre el esquivo ruiseñor, "el pájaro de los poetas", escribe: "los especialistas sabemos por el desgaste de su pluma, por el el uso a lo largo de los meses y los kilómetros, cuándo nació". Manuel Andrés-Moreno es ornitólogo y director de #MadBird, la feria de observación de la naturaleza que cada septiembre ocupa en Madrid el Paseo de Recoletos.
Cómo sería un buen día pajarero.
Sin lugar a dudas, las mejores experiencias son cuando estás tranquilamente en el campo y las aves que tienes alrededor no sólo no se asustan y salen volando sino que, o bien te ignoran y siguen haciendo sus cosas de pájaros o mejor aún, les suscitas curiosidad y son los pájaros los que vienen a verte a ti.
Lo bueno de salir al campo es que cualquier lugar nos puede deparar sorpresas, y nunca podremos asegurar del todo qué aves veremos y cuáles no, aunque podamos imaginarnos por la fecha y el lugar con quién nos cruzaremos [sonríe].
"Si se les llama vulgares", dices en tu libro, "demuestra lo poco que sabemos de ellos”. Al leerlo pensé en la catalogación de malas hierbas.
Muchas veces las etiquetas o los adjetivos están sesgados por el que los pone o los usa..... y sobre todo, siempre son relativos. Hay muchos pajareros a los que les gusta ir a ver lo que a ellos les resulta extraño o raro, porque no son capaces de fijarse en las cosas interesantes de los supuestos vulgares o habituales.
Te cuento una anécdota, hace unos años vinieron unos amigos austriacos, y desde Barajas fuimos al Paseo del Prado y entraron en trance cuando les aseguré que los estorninos que nos rodeaban, a pocos metros, eran estorninos negros, especies muy habitual, extendida y común en casi todos los rincones de España, pero en Austria, ausente. En Austria, el estornino "habitual" es el estornino pinto que en latín es Sturnus vulgaris [risas] pero es España, no es nada "vulgar", si acaso en invierno, en algunos sitios.
Y otra experiencia con el término malas hierbas, una vez con un grupo de amigos, entre los que había algún ingeniero agrónomo, comenté que el término malas hierbas es porque tenemos anteojeras y solo nos fijamos en unas pocas especies de plantas, (cultivos, plantaciones, jardinería, etc) y solo nos interesa saber de esas plantas, por intereses particulares... al resto, les llaman malas hierbas.
Creo que emplear el término malas hierbas es un alarde de ignorancia por nuestra parte, lo que pasa es que es más fácil, y rápido que reconocer lo poco que sabemos de ellas y qué papel que desempeñan en la naturaleza o también, que se les llama así porque compiten con las plantas que nos interesan por otros motivos concretos.
En tu opinión, qué se necesita para hacer de nosotros pajareros entusiastas.
Simplemente o bien tener la curiosidad suficiente para descubrir lo que pasa alrededor de nosotros, o la ocasión de coincidir con alguien que te abra los ojos de ver pájaros y los oídos de escucharlos, por eso es tan importante que todo el mundo tenga la oportunidad de acercarse o participar en jornadas de educación ambiental, cursos o simplemente paseos para poder ver y escuchar a los pájaros.
Es obligado preguntar por tu ave favorita y tu ornitólogo favorito.
Creo que en el libro, en varias ocasiones comento algo sobre mis especies favoritas. Al final, con los años, a la conclusión que he llegado es que todas las especies son dignas de ser nuestras favoritas, y si algunas especies no lo son, es que a lo mejor sabemos poco de ellas o que, simplemente, no se han cruzado en nuestras vidas.
Y lo de ornitólogo favorito, esa sí que es una pregunta complicada, porque si especies de aves favoritas tengo miles, de ornitólogos favoritos, casi, casi la misma cantidad.
Cualquiera que se haya detenido a pensar qué hay detrás de esas criaturas a las que muchos llaman pajaritos, merece ser un ornitólogo favorito. En este libro libro recuerdo a alguno de ellos, por ejemplo, en el último capítulo, dedicado a los acentores, también es protagonista uno de mis ornitólogos favoritos, Edward Jenner, conocido por haber sido el "inventor de las vacunas", pero un tío genial que no se dejó deslumbrar por los oropeles de la fama y la mezquindad de muchos, y antes y después de inventar la vacuna de la viruela se dedicó a estudiar los pájaros y sus secretos.
Aves comunes y vulgares... solo en el nombre
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