Las obras del escritor Noel Clarasó, (Barcelona, 1899-1985) sólo se encuentran en librerías de segunda mano, todos sus libros están descatalogados o agotados. Clarasó fue de una laboriosidad asombrosa e incluso recurrió a seudónimos.
El artista Juan Poz escribía admirado en su blog: "Noel Clarasó es lo que se conoce aún en nuestros días como un escritor “todo terreno” capaz de escribir, con un altísimo nivel de calidad, una biografía, un ensayo luminoso, un libro de autoayuda, hacer traducciones, cultivar la novela, el teatro y, sobre todo, sus muy conocidas compilaciones de aforismos y frases célebres, disciplina en la que se convirtió en todo un experto y que influyó decisivamente en su manera de escribir".
Sobre plantas y jardinería, y nunca tuvo ni cultivó un jardín, sus monografías son maravillosas. De las dalias publiqué hace tiempo una entrada que puedes leer aquí y hace unos días encontré un librito minúsculo, Qué es una flor.
Qué es una flor es quizá uno de los más botánicos que escribió, y a partir de las flores más populares en España, el clavel y el geranio, se lanza a una descripción rigurosa de las partes de la flor, de los estambres, la corola o los nectarios.
Pero lo interesante para un lector, más allá del conocimiento científico, son las frases que intercala de vez en cuando, sus reflexiones, sus preguntas, sus diálogos con el lector, por ejemplo sobre el polen.
Él mismo se asombra de la cantidad de polen que desprende las frondas del árbol cuando el viento las sacude bruscamente. "Por cada granito de polen que se aprovecha", continúa, "se pierden muchos". Clarasó se pregunta "por qué tanto derroche que parece imprevisión" y resuelve: "La Naturaleza no ha hallado otro modo más eficaz de hacer las cosas bien. Ha querido fecundar una flor con el polen de otra a distancia de varios kilómetros y no tuvo más remedio que confiar en el viento".
"¿Habéis sacudido la rama de un ciprés al principio de la primavera!, inquiere al lector, "¿habéis visto crecer un aloe?".
"Todos los cultivadores de claveles saben que en una mata de claveles blancos, aparece, sin más ni más, un clavel rosado" y Clarasó avanza divertido y fascinado página tras página como un explorador en una jungla, describiendo sucesos maravillosos en la vida de un vegetal.
"¿Conocéis el iris germánico?", "¿recordáis la flor de la retama?".
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El mundo se ha apartado de la tierra. Paisaje de desmonte, 1957 - Alfredo Alcain. Sala Alcalá - Madrid
